domingo, 23 de octubre de 2011

BOS y ABAO

Entrada rápida para comentar el primer concierto de la BOS y las dos óperas de la ABAO que he visto esta temporada.
Empiezo con la BOS.
Las piezas:
Konzertstück para cuatro trompas y roquesta en Fa mayor op 86, de Schumann
Pieza que no había escuchado y que me resultó bastante interesante, sobre todo porque escuchar 4 trompas solistas no es nada habitual. No me estusiasmó, pero estuvo bien.
Sinfonía nº7, en Mi menor de Anton Bruckner.
El año pasado escuché otra sinfonía del austriaco, pero la de este año mucho mejor. No porque la orquesta el año pasado tocara mal, sino porque esta obra me gusta muchísimo más.
Os dejo un enlace con el primer movimiento.
El siguiente concierto es para el 10 de noviembre y destaco El concierto para la mano izquierda de Ravel y Petruchka de Stravinsky.


Simon Bocanetra abrió la temporada de la ABAO, y esta vez tuvimos que ir el lunes, con lo que eso conlleva de prisas.
Como siempre que comento temas musicales, mi conocimiento de ellos es muy limitados, y en la ópera mucho más.
Me gustó Ainhoa Arteta, en el papel de Amelia, y el resto pues yo diría que bien. Había escuchado la ópera en DVD en casa, y auqnue no es lo mismo, Plácido Domingo es mucho nivel.

Tristan e Isolda.
Tenía muchas ganas de escuchar un Wagner y esta obra es fantástica.
En íineas generales me encantó la puesta en escena, con un montaje impresionante donde los focos iban creando imagenes en el escenario. Una pasada, lo malo, que los focos hacían bastante más ruido de lo habitual y los pianísmos de la orquesta no se oían desde arriba.
El preludio se tocó más lento de lo habitual, no estuvo mal, pero se me hizo raro, porque era lo que más había escuchado. La obra la tenía escuchada casi en su totalidad, y lo que menos me gustó fue el protagonista, Torsten Kerl, es que no se le oía en el primer acto, así de sencillo. Luego fue mejorando, pero no me hizo gracia.
La protagonista, Jennifer Wilson, no estuvo tan mal, pero comparada con Waltraud Meier (obra que tengo en DVD) pues no hay comparación. El momento gracioso fue que se cayó al suelo, y por decirlo así a lo bruto, se pegó una buena ostia. Es que a gente con mucho peso, en un escenario con escaleras, y unos trajes larguísimos no se les puede pedir muchos paseos.
Me encantaron los sirvientes de los protagonistas Elena Zihidkova como Brangäne, y Alan Held como Kurwenal que se llevaron una buena ovación.
Un tema, el público no paró de toser, y de abrir caramelos, y ya es una pasada, si vas un poco tocado de la garganta, llévate un botellín de agua y solucionado.

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