miércoles, 29 de julio de 2009

Burgos II


Tras la estancia relámpago en la capital de provincia, decidimos el domingo ver algo de la zona de la Bureba que tantas veces me habían recomendado.
La zona merece mucho la pena y tiene gran cantidad de atractivos, por lo que espero volver, porque sólo pudimos visitar Frias y Oña.

Frías: de este pueblo sobresale desde la lejanía, su castillo, ubicado sobre el alto espolón rocoso con lo que nos podemos imaginar que en la Edad Media no sería nada fácil llegar hasta la fortaleza. Se encuentra bastante restaurado y se pueden visitar todos sus rincones, aunque la verdad que es pequeño. El resto del pueblo se encuentra en un perfecto estado y se pueden visitar varias iglesias destacando la de San Vicente.

Oña: No conocía ni la existencia de este lugar y es un pueblo con historia y sobre todo con un monasterio increíble. La plaza central del pueblo conserva varios arcos y una torre de siglos pasados pero la Iglesia Abacial de San Salvador de Oña es un lugar imprescindible. Hacia un calor bastante espantoso y la visita guiada era a las cuatro de la tarde por lo que tuvimos que esperar un ratillo en la escalinata de la iglesia, pero mereció la pena. Adyacente a la iglesia se encuentra el monasterio, pero en la actualidad es una residencia de ancianos que no se puede visitar. La iglesia es de una gran belleza, destaco la puerta gotico-mudéjar, los frescos góticos, la bóveda, el retablo gótico, la sillería del siglo XV y la espectacular capilla con el retablo barroco y el panteón real y condal donde esta enterrado entre otros Sancho II de Castilla.
Después se pueden visitar los restos del claustro románico y el claustro que se conserva actualmente del siglo XVI.

Tengo ganas de volver por la zona, porque hay un multitud de rincones muy interesantes por esa zona, como podrían ser Poza de la Sal, Briviesca o Santa Casilda. Aparte de los pueblos hay una gran variedad de rutas para realizar senderismo y apreciar el gran patrimonio natural de la provincia.

lunes, 20 de julio de 2009

Burgos


Este pasado fin de semana lo he pasado por Burgos, viernes y sábado en la capital y el domingo por la comarca de La Bureba.
Lo primero indicar que hacía muchísimos años que no pasaba por la ciudad castellana, y que era como si fuera por primera vez. El viernes a media tarde, cuando llegué, me di un paseo por la ciudad y comprendí que me iba a hacer algo más de ropa de abrigo porque la temperatura era de 10 grados y yo no iba preparado para ese frío. Tras comprar algo en rebajas y ponerme capas como una cebollita reanudé el paseo por el centro de la ciudad.
Al día siguiente es cuando pasamos a visitar lo más destacado:
Catedral: Se puede decir que es el símbolo de la ciudad y no es para menos. Fundamentalmente gótica, aunque tiene añadidos posteriores, es una obra digna de verse y de compararse con cualquiera que yo haya visto. En la actualidad se encuentra muy restaurada, y quizá eso lo quite algo de ese gusto añejo que podría tener si no estuviera tan limpia. Imprescindible.
Arco de Santa Ana: Una de las puertas antiguas de la ciudad, y por la que se accede a la catedral, con lo que pasar por debajo es casi obligatorio.
Castillo y mirador: Se encuentra en la parte alta de la ciudad y no entramos, pero desde allí se puede ver toda la ciudad.
Cartuja de Miraflores: El domingo recalamos en ella, pero había carrera ciclista y temimos quedarnos allí retenidos más tiempo del necesario por lo que solo la pudimos ver por fuera. Se trata de un templo gotico, ubicado a unos 4 Km de la ciudad. Queda pendiente para otra ocasión.
Monasterio de las Huelgas: Este lugar era el que tenía más ganas de visitar. Tumba de Alfonso VIII y su mujer Leonor de Plantagenet , así como de muchos nobles y algunas de las abadesas del monasterio. El templo es de origen románico aunque ha perdurado más el gótico. Se puede visitar la iglesia, varias partes del templo interior donde todavía viven monjas de clausura, el mausoleo real y varias estancias más, así como el museo donde se guardan trajes de la época, algunas armas y sobre todo el pendón árabe de las Navas de Tolosa.
Solo se puede entrar con visita guiada, y la verdad que no fue del todo de mi agrado, ya que parecía que la anécdota era más importante que el hecho.
La ciudad: Ademas de lo indicado, es recomendable darse un paseo tranquilamente por el casco antiguo, donde hay varios palacetes, arcos e iglesias que se pueden visitar, así como paseos arbolados.

No puedo dejar de recomendar un lugar donde cenamos el viernes. Lo encontramos de casualidad y fue su decoración lo que me llamó la atención, con cencerros colgados del techo y mesas de madera, "el típico mesón de pueblo". Se trata de El Mesón la Cueva, donde están especializados en Cocina castellana. Se encuentra ubicado junto a la catedral. Recomiendo reservar porque suele estar lleno y a nosotros nos atendieron por casualidad ya que le quedaba sólo una mesa libre. En su tarjeta indica que tiene la medalla al mérito turístico y premios de restauración en 2002 y seguro que bien merecido porque me comí un cordero increíble y a un precio muy ajustado, muy barato si lo comparamos con precios del País Vasco. En el piso superior se puede cenar viendo la Catedral iluminada.

Lo dicho, una ciudad donde pasar un magnifico fin de semana.

martes, 14 de julio de 2009

14 de Julio

Hoy conmemoramos, sobre todo los franceses porque por aquí hasta ver los festejos de París por TV no creo que mucha gente haya recordado la fecha, la toma de La Bastilla.
Yo siempre suelo recordar este aniversario, ya que considero que es una fecha digna de mención, al ser el pistoletazo de salida de lo que después se llamo La Revolución Francesa. De todas maneras los medios de comunicación siempre nos muestran las imágenes de los desfiles en la capital francesa, e incluso en el Tour los ciclistas franceses tratan de tomar protagonismo.

Volviendo a lo que puede significar la toma de la fortaleza indicar que la historia la forman mil casualidades. No se iba a tomar la fortaleza por ser el símbolo del despotismo del rey, sino que se trataba de conseguir pólvora para el ejercito popular que se habia formado, o que la asamblea reunida en la capital había reclutado. Era una milicia, aunque mucho es decir esto, que se habia apoderado en los Inválidos de varios cañones y fusiles (las tropas se negaron abrir fuego contra el pueblo de París) pero carecía de pólvora, y por eso se dirigió hasta La Bastilla. Se trató de conseguir la ansiada pólvora mediante diplomacia, pero la prisión no se rindió, y empezó el asalto. No eran demasiados los defensores y tras la llegada de varios cañones para apoyar a los sitiadores capitularon.
La situación era muy tensa, con el precio del pan por las nubes, tropas acantonadas en las afueras de la capital, la Asamblea Constituyente pidiendo reformas... Personalmente creo que aun sin La Bastilla, antes o después La Revolución hubiera estallado.

domingo, 5 de julio de 2009

Terminator Salvation

Otra semana que pasa y es que ya estamos en julio y parece que fue ayer cuando empezamos el 2009. La entrada de hoy no debía ser la ultima película de la franquicia Terminator, sino un comentario sobre El jovencito Frankenstein. Ayer a la tarde recalé en unos grandes almacenes y al final, las ofertas pudieron conmigo y acabé comprando varios DVDs. Se me escapó la serie completa de Flying Circus de los grandisimos Monty Python, pero la última copia que había se la llevó un chico que pagó delante mío.
Lo dicho, que añadí cuatro DVDs a la colección, Los crimines del museo de cera, El jovencito Frankenstein, Cazador blanco, corazón negro y atraco perfecto. De las citadas cintas, sólo tengo vista la última, y me parece una de las mejores obras de Kubrick. Me dispuse a ver El jovencito Frankenstein y creo que el reproductor de DVDs pasó a mejor vida.
Por esta razón paso a comentar Terminator Salvation vista hace unos días.
Cuando vas al cine a ver un filme de este corte, no creo que nadie espere ver una gran obra maestra, porque rara vez sucede con las películas de acción. Y éste es un buen producto de entretenimiento, con unas grandes secuencias de acción que apenas dan respiro, pero con un guion flojo, que no sorprenderá a casi nadie. Christian Bale en el papel de Connor está correcto, ya que tampoco hay mucho margen para que el actor se pueda lucir interpretando. La ambientación si la encontré lograda y el tono ocre de la cinta nos da una sensación de suciedad y calor asfixiante muy interesante.

En resumen, ideal para pasar un buen rato. Creo que ha revitalizado una saga que pensaba muerta, con lo que igual en pocos años tenemos más máquinas dando buenas galletas.