Esta Semana Santa he aprovechado para ir al cine un par de veces y una de las películas que he visto a sido esta. Pensaba que igual no iba a estar en cartel, pero todavía quedaba algún cine que la proyectaba.
La historia se resume rápido: veterano de guerra, convertido en agente judicial es llamado para investigar la desaparición de una paciente en un sanatorio ubicado en una isla, aunque él se dirige allí también en busca de venganza o para descubrir parte de su pasado. Se trata de la adaptación de la novela de Dennis Lehane.
Con estas premisas Scorsese nos muestra un complicado, a veces paranoico, retrato del alma humana. De como las faltas y delitos cometidos nos van alterando y hacen aparecer fantasmas que pueden llegar a trastornarnos.
Desde el principio la atmosfera es opresiva, mirada perdida de los enfermos, sanitarios que pueden parecer cualquier cosa, médicos sospechosos de ser huidos de la Alemania nazi, otros que pueden ocultar más de lo que dicen. El protagonista, DiCaprio está muy bien, tiene que desenvolverse en este ambiente y a la vez intentar que su pasado y sus miedos no le jueguen malas pasadas.
No comento más para no fastidiar nada. Me pareció increíble la banda sonora y reencontrarme con Max Von Sydow.
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