lunes, 5 de abril de 2010

La ley y el orden

Último día de esta Semana Santa diferente, en la que no he salido a ningún lugar por diversos imprevistos. He aprovechado para ir al cine y ver algunas películas en casa, y mi intención inicial era comentarlas en esta entrada, pero un suceso imprevisto ha hecho que todo lo planificado para hoy, como era ir a ver al Bilbao Basket al BEC, no se haya podido hacer. De todos modos el partido lo he visto en casa y el marcador lo dice todo. Cuarenta puntos de diferencia son una barbaridad, el público ha disfrutado y el partido ha estado tranquilo que todo el mundo se lo merecía. En una siguiente entrada comentaré algo más sobre el basket, porque lo que nos ocupa merece espacio.
Ibamos a bajar unas cajas al trastero cuando nos lo hemos encontrado sin bombín, hemos entrado y habían desaparecido algunas pertenencias. Al salir la luz de un trastero a unos metros, se había apagado, ya que estaba encendido cuando llegábamos. Nos hemos acercado y también estaba forzada la puerta pero nos hemos ido, no vaya a ser que nos llevaramos una galleta.
Subimos a casa y llamamos al seguro, y nos dicen que se ponga denuncia primero, lógico. Vamos donde los municipales a poner la denuncia y tatatan tatatan!!!!! "no se puede poner denuncia porque no está el compañero que lleva eso" Cuando me lo cuenta mi compañera, yo estaba en doble fila, me quedo con cara de tonto, más de lo normal, y volvemos a bajar para casa ya que iba a ir una patrulla a echar un ojo.
Volvemos al trastero, revisan los de los vecinos viendo que había algunos forzados, y nos dicen que su labor ya ha acabado, que para la denuncia esperar a las dos de la tarde (sería la una) que entraba otro compañero a trabajar, o ir a la Ertzaintza. Mi pareja se pone sería para variar, porque no nos parecía bien, pero se ratifican en que ellos no pueden hacer nada más.
Vuelta para la ertzaintza, donde volvemos a contar la película. Bajo yo con 5 agentes a ver los trasteros y al contarles lo sucedido con la policia municipal, se oyen bufidos. Revisan los trasteros, intentan encontrar huellas, y sacan algunas fotos, cosa que no habían realizado sus colegas y se van.
A todo esto habían pasado casi dos horas, y claro había que esperar al cerrajero que se ha presentado a las seis de la tarde, con lo que el día bastante perdido.
Me he acordado de Larra y su "vuelva a usted mañana" y cómo no, también de Kafka.

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