El pasado fin de semana, estuve por Navarra.
Hace muchos años recuerdo haber estado por Isaba y algún lugar más, pero la verdad que no conocía nada del antiguo reino.
Recalamos en Pamplona el viernes y dimos una vuelta por el casco de la ciudad. Como suele ser habitual en las ciudades de interior con los puentes había bastante turista, y al coincidir con el día del trabajo, pues también mucho sindicalista que luego estaban por el casco de bar en bar.
¿Que decir de Pamplona? Pues que tiene un casco histórico muy bien cuidado, destacando la plaza del Castillo, El Ayuntamiento, Las murallas, y las diversas iglesias como San Nicolás, San Saturnino, San Lorenzo y sobre todo la Catedral de Santa María. Esta indicado el recorrido del encierro, y me di cuenta de lo estrechas que son las calles por donde pasan los toros, y que la verdad que poco pasa en cada uno.Ya fuera del casco histórico se puede visitar el parque Yamaguchi donde se puede dar un buen paseo tranquilamente
Entramos a la catedral con visita guiada y lo peor fue la actitud de algunos del grupo que parecía que estaban en el mercado comprando verduras. La guía se desesperó bastante y tuvo que mandarles estar en silencio. Jamas entenderé este comportamiento, porque a nadie le obligan ir a los sitios y coger visitas guiadas, y me parece una falta de respeto.
Pero a lo que iba, la catedral se puede decir que es gótica, aunque la portada principal sea neoclásica. La nave central alcanza 28 metros de altura, pero por las vidrieras (algunas originales) no entra excesiva luz. Una imagen en plata de Santa María preside el templo y ante el coro se ubica el impresionante sepulcro de Carlos III el noble y su esposa Leonor. También se puede destacar un retablo que hay en uno de los laterales y la sacristía de estilo rococo que me recordó a Versalles.
Pero lo más increíble es el claustro gótico que esta junto a la catedral, uno de los mejores del mundo en su estilo según nos comentaron, en el que destacan sus arcos, las bóvedas y una puerta de forja. Como curiosidad indicar que en el dicho emplazamiento se encuentra enterrado Espoz y Mina, uno de los más conocidos jefes guerrilleros que combatieron a los franceses en la guerra de independencia.
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