El pasado domingo estuvimos por Donosti para ver el derbi. Quería ir a uno de los dos, y aunque no viera en nuevo Buesa, el partido contra el Lagun Aro podría ser más importante.
Y así fue, importante y no acto para aquellos con problemas del corazón.
Buen ambiente en Illumbe, y aunque no lo sabía cuando adquirí la entrada, estuvimos a pocos metros de la gran mayoría de seguidores del GBB, pero aunque éramos unos 1.000, no podíamos competir con los 9.000 donostiarras. Un pero, la megafonía del campo no se oía, y los marcadores, pues al ser una plaza de toros, pequeños y lejanos.
Del partido poco que comentar, empezamos muy buen, fuimos con ventajas de 6, 8 puntos, pero en el último cuarto un par de pérdidas tontas y dos triplazos de Baron y Panko, nos hicieron temblar, y atascarnos de mala manera.
Al final Mumbrú con una mandarina de 8 metros que entró y el adicional por la falta de dicho tiro nos hizo entrar otra vez en partido a falta de dos suspiros. Y luego pasó lo que todos conocemos, porque lo hemos sufrido, una pérdida tonta de balón en un saque por parte de los de Sito Alonso, y tras canasta un festival de tiros libres donde estuvimos muy acertados.
La última jugada con un Vidal intentando cruzar el campo y el tampón de Kostas, fue simplemente impresionante. La jugada fue en nuestro lado, y yo pensaba que allí se partían la crisma, pero bueno la sangre no llegó al río. Esta vez la moneda cayó en nuestro lado.
La actitud de la hinchada donostiarra más que correcta, me felicitaron al salir y todo, aunque luego alguno que nos oyó preguntar por donde salíamos de la ciudad en coche, gritó: "pregúntale a Mumbrú"
El jueves partido contra Unicaja, ganando estamos mínimos sextos y nos jugamos el cuarto puesto en la última jornada contra los amigos del Caja Laboral. Y eso, si todos nuestros rivales directos, Valencia y Cajasol ganan.
Queda tomate que se dice, y no sólo por arriba, porque el Estu todavía puede salvarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario