miércoles, 7 de marzo de 2012

Musika Musica

El pasado fin de semana tuvo lugar en el palacio Euskalduna el festival Musika Musica.
Pasamos el sábado a la mañana para escuchar diversos conciertos, y la verdad que cuando llegamos había una gran cantidad de gente, tanto fuera del recinto, como el los diversos patios del palacio, escuchando música que allí interpretaban diversos conservatorios, como comprando discos.
El concierto al que asistimos fue en la sala A1. Se trataba de la sinfonía número 6 de Tchaikovsky, la llamada Patética. Estuvo bien, pero el problema es que la acústica de la sala no es la mejor del mundo, con lo que me quedé un tanto así.

El segundo concierto ya era en el auditorio, y era uno de los que más quería escuchar, ya que Ivan Martín interpretaba el concierto nº2 para piano y orquesta de Rachmaninov, aunque para empezar escuchamos el Vocalise del mismo autor. Me gustó y mucho la interpretación del joven pianista, junto a la sinfonía Varsovia, y creo que la ovación fue más que merecida. Mi pareja, que para estas cosas es mucho más entendida que yo, me comentó que le había gustado bastante más que hace dos años, cuando le escuchamos interpretando a Chopin.

Volvimos a media tarde, y con anécdota, ya que íbamos para el palacio y nos cruzamos con Axel Hervelle, pero mi mujer, iba tan absorta en su enorme bulldog (la verdad que el pobre iba con la lengua fuera y exhausto) que no le vio hasta que hubo pasado, y eso que el belga otra cosa no tendrá, pero espalda sí. Más adelante, nos cruzamos con el director titular de la BOS y ya dentro del palacio estaba Ivan Martin junto al gradísimo Achucarro en la cafetería.

Pero volvamos al concierto, la BOS interpretaba en el auditorio el preludio de La khovanschina de Mussorgski, que no lo había escuchado nunca y me gustó y el plato fuerte era Sheherazade de Korsakov. La orquesta muy bien, el concertino estupendo, el público un horror. Parecía un concierto de toses, murmullos y risas.

El siguiente concierto directamente no me gustó. BdB dúo programaba piezas de Rachmaninov y no me pareció nada interesante, no se si eran las intérpretes, que imagino que no, las obras o la sala.

El último fue lo mejor que pudimos escuchar. Para empezar Asier Polo junto a la Sinfónica de Galicia dirigida por Ros Marbá interpretaban las variaciones de un tema rococó de Tchaikovsky. El violonchelista estuvo inmenso, y nos regaló un gran bis. Tras esto la orquesta nos brindó una grandísima cuarta sinfonía del mismo autor. Una pasada la verdad.


Esta semana la BOS celebra su 90 cumpleaños, y mañana y el viernes, en el auditorio del palacio Euskalduna tocarán el Gurrelieder de Schoenberg, en versión de su discipulo Stein. Una oportunidad para escuchar esta obra que apenas se interpreta.

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