jueves, 1 de diciembre de 2011

Varios

Apenas tengo tiempo para escribir y la verdad que en estos días se han jugado algunos partidos interesantes de basket, la victoria en Gasteiz que nos mantuvo vivos en Euroliga, la del domingo contra el Estu, y sobre todo la de ayer, en un partido raro con expulsiones incluídas, pero al final y gracias a que el señor Batum no pudo jugar, se ganó y de 22 puntos.
Lo demás han sido derrotas, algunos incomprensibles, pero es lo que tiene este equipo, que es capaz de lo peor y lo mejor en un titá.
Del supermanager ni hablo, porque entre que no tiempo para mirar mucho, y que mis fichajes son un horror...

El sábado pasado estuvimos en la ópera, y por fin esta vez, pudimos escuchar una obra como Roméo et Juliette de Gounod, y la verdad que estuvo muy bien, con una Juliette encarnada por Patrizia Ciofi que fue lo mejor de la noche. La escenografía fue un poco sosa, pero la verdad que fue lo mejor de la temporada hasta ahora.

Estuvimos también con la BOS el viernes 18 en un concierto donde las piezas eran de Javier Santacreu, podria haber sido mucho peor para ser música contemporánea, el concierto para piano en La menor de Grieg con Wonny Song como solista. No había escuchado nunca dicho concierto y me encantó. El pianista empezó a tocar un bis, un nocturno de Chopin cuando empezó a sonar un móvil, unos 10 segundos, para al de unos pocos instantes volver a sonar. Un horror.
En la segunda parte escuchamos La boutique fantasque, de Rossini, que estuvo muy entretenida.

No hay comentarios: