martes, 27 de septiembre de 2011

Londres III



Acabo en esta entrada con Londres, y aunque ha pasado tiempo, y habré olvidado muchos detalles voy a tratar de hacer una pequeña entrada de algunos de los lugares que me han llamado la atención.


Hampton Court: Palacio a las afueras de Londres, a unos 45 minutos aproximadamente en tren. Se trata del palacio de Enrique VIII. Además de sus jardines, el palacio contiene grandes obras de arte, y destaco aquí la capilla real y la gran sala. Se visitan diferentes salas del palacio, tanto las Tudor, como las de Guillermo III y Maria II.
Cuando estábamos por allí, vimos un teatrillo montado sobre todo para los niños, donde aparecía el rey con un paje y se sacaban fotos con los turistas que por allí.
Vista recomendable desde todos los puntos de vista.

Castillo de Windsor: Otro de los palacios que tenemos a las afueras de Londres, y al que también fuimos en tren, junto con muchos turistas.
Se trata del castillo o palacio, residencia oficial de la familia real británica.
Los apartamentos reales son impresionantes, don gran cantidad de obras de arte, armas, armaduras, cuadros, mobiliario... No sé, una gran cantidad de obras de arte impresionante.
Lo que más nos llamó la atención fue la capilla de San Jorge, una joya del gótico ingles que me dejó asombrado. Es lo que tiene ver las fotos en los libros de historia del arte, y luego compruebas que dicha capilla mejoraba las expectativas creadas.


El pueblo está también muy bien, con pequeñas casas, bonitos bares, y allí al lado, está Eton, donde podemos visitar tambien el College, donde nos explican las virtudes del colegio. Una de las personas que allí estaban fue bastante impertinente venga a preguntar, y preguntar... pero es lo que hay.


Palacio de Buckingham: Esta fue unas de las sorpresas de la ciudad, ya que me esperaba otra cosa, y la sorpresa fue muy agradable. Sobre todo destaco lo bien organizado que estaba todo, con grupos a cada hora y con una audioguia incluída en el precio que te va indicando perfectamente lo más destacado del lugar.
Se pueden ver muchas obras de arte, entre cuadros de Canaletto, Van Dyck, Vermeer, Rembrandt, joyas, muebles...
Cuando entramos se podía ver el traje de novia de Katte Middleton, y por supuesto estaba repleto de gente.




Museo de la RAF. Se puede ir en metro, pero está un tanto lejos del centro de la ciudad, y claro a no todo el mundo le gusta ver aviones, pero el rato que estuve me lo pasé muy bien. No anoté los aparatos que había, pero recuerdo dos modelos de Spitfire, aunque uno posterior a la guerra el F24, y otro de la contienda, el Mk Vb. Además de Mustang, un Henkel He 162 (segundo caza a reacción de Alemania) y muchos más.


El Museo británico. ¿que decir del British? Pues que podemos ver los frisos del partenón, aunque mejor estarían en Atenas, que me parecieron lo mejor del museo, y un conjunto de obras de arte, expoliadas podríamos decir, increíbles. Quería haber visto la piedra Rosetta, pero había tanta gente alrededor diciendo estupideces, que aunque esperé unos minutos no pude acercarme. También me encantó poder ver obras de Babilonia, como el estandarte de UR, joyas medievales, algunos templos griegos...


Dejo unas cuantas fotos.
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mira que te lo tengo dicho... que no es el british museum que es el museo del expolio... si es que cuando te pones fino

Makryat dijo...

Sí la verdad es que es así, pero bueno el Louvre tampoco se libra, ni el de Pérgamo en Berlin, ni los egipcios de tantos lugares, ni el Metropolitan, las lista es larga larga... al final el que ha tenido la pasta ha hecho lo que le ha dado la gana.