He decidido titular así la entrada porque creo que el concierto del Carnegie Hall al que asistimos el día 7 de abril así lo merece.
Siempre que vamos por ahí tratamos de asistir a algún concierto, lo hicimos en San Petersburgo con 3 conciertos, dos de ellos impresionantes, lo hicimos en Nueva York, y luego en Venecia donde fuimos a la Fenize.
Iba con muchas ganas porque tenía ganas de ir a ese mítico teatro, porque el concierto lo merecía y porque estabamos de vacaciones, que coño!!!! Alli nos presentamos con tiempo para estar un rato antes viendo el lugar, que no esta nada mal y cuando dieron las ocho, para mi sorpresa seguía entrando gente, cosa que por el Euskalduna no suele suceder, pero bueno no será en el primer sitio, Arriaga por ejemplo, que se espera hasta que esté casi todo el mundo dentro.
Salió el interprete y empezó su conciertazo, y acojonado me quedé cuando seguía entrando gente y sería porque no había decenas de acomodadores bien guapos, para mandar esperar a la gente... pero eran ellos los que conducían a los que llegaban hasta su sitio, aunque tuvieran que andar unos cuantos metros.
En el descanso entró más gente y algunas hasta se cambiaron de sitio, además de comer unos bocatas que tenían guardados. Esto lo hicieron unos viejitos que estaban delante nuestro, acompañados por una joven violista que les dio su dirección o algunos datos... no se... igual eran unos tios importantes en el mundillo de la música, pero sacarse un bocata en medio de un descanso de un concierto en el Carnegie Hall no me lo esperaba, y sobre todo en el anfitreatro.
Pero eso no fue todo, acabó lo programado y la gente se empezó a levantar para irse y eso que Leif ove Andsnes ofreció varios bises. El que se sentaba a mi lado estaba ya harto, de tanto movimiento, de tanta gente entrando, algunos que casi se caen por las escaleras... pero lo mejor fueron un par de pedos, sí de pedos, que se echó, creemos tanto yo como mi mujer, el que estaba detras nuestro.
Dejo un pequeño enlace con una obra de Leif Ove Andnes que creo que todos hemos escuchado alguna vez.
Este viernes volvemos a nuestro querido Euskalduna con la BOS, en un concierto que se me antoja muy interesante y sin que sirva de precedente, lo puedo decir hoy, ya que todas las obras menos la última, me son conocidas . La que más me llama la atención por supuesto es el popular concierto nº2 para piano y orquesta de Rachmaninov.
La noche acabará con el Huapango de Moncayo, y dejo un video de los Proms, con Gustavo Dudamel.
Del ridículo del BBB de este lunes no quiero ni hablar.
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