miércoles, 14 de julio de 2010

San Petersburgo II

Antes de empezar, debo decir que la guía de Lonely Planet no estaba muy actualizada y no tenía los caracteres en cirílico, lo cual sobre todo en el mapa no era nada agradable.
En esta entrada indicaré algunos de los templos visitados.

No se por donde empezar, porque hay una gran variedad de templos en la ciudad. No visitamos todos, porque no estaba de peregrinación, pero creo que casi todos merecen la pena.

En el centro histórico tenemos la famosa Iglesia del Salvador sobre la Sangre derramada, llamada así por atentado que sufrió un zar allí mismo justo donde se alza el baldaquino. A destacar sus mosaicos que cubren todo el interior, con colores vivos. En el exterior el lujo de detalle puede ser incluso abrumador, ya que se encuentra recubierta de granitos, mosaicos...
Por supuesto, como es museo y no iglesia hay que pasar por caja, pero merece la pena.

La barroca catedral de Smolny en el barrio que lleva el mismo nombre es otra visita recomendada. Para llegar allí hay que darse un buen paseo desde la boca del metro, pero es uno de los pocos lugares donde no tuvimos atascos, conductores a toda velocidad, ruido, ruido y más ruido. No se puede visitar el interior porque la habían habilitado para sala de conciertos, pero fuimos allí para subir hasta los campanarios donde se puede ver una gran panorámica de la ciudad. Como no se trata de templo, hubo que volver a pasar por taquilla.

La Catedral de San Isaac puede que sea la más imponente, con sus grandes columnas, su escalinata, sus enormes mosaicos, mármol por todos lados... todo en un exceso que llama la atención. Se puede subir, y subimos por supuesto, a la escalinata que te lleva a la columnata donde las vistas de la zona, barrio Mariinsky, son impresionantes. En el interior hay muestras fotográficas sobre la evolución del templo. Es museo, con lo que como en los anteriores hay que sacar la cartera, pero merece la pena.

La catedral Nikolski se encuentra en el mismo barrio y lo primero que llama la atención es su color azul intenso. Cuando entramos se estaba oficiando un bautizo, aunque aquello parecía el mercado los sábados. Interesante decoración interior.

La catedral de Kazan se encuentra en la arteria principal de la ciudad, la avenida Nevsky y es una réplica en pequeña del Vaticano. Sus jardines exteriores deberían ofrecer algo de calma, pero la avenida que hay al lado, con varios carriles no da lugar a ningún tipo de reposo. La estatua del mariscal Kutuzov se encuentra fuera, y el cuerpo del militar en el interior del templo. No se podían sacar fotos del interior, pero allí ni dios hacia caso, hasta que unos hombres se pusieron serios. El interior es algo más oscuro que en las anteriores, pero como es habitual la decoración es impresionante, altas columnas, mucho dorado.... sin olvidar su enorme cúpula.

El templo de la Asunción se encuentra en la isla Vasilevsky y para llegar allí también hay que darse un buen paseo por la ribera del río. Apenas había turistas y al entrar con cara de panolis, le hicieron ponerse falda a mi pareja, ellos la facilitaron, y a cubrirse la cabeza, práctica habitual. Nos dieron un folleto en ingles donde nos explicaba la historia del lugar (cerrada por los sovieticos, convertida en pista patinaje, hasta su restauración) que olía un poco a radicalismo. Mi compañera susurraba que aquello tenía pinta de ser una secta. Por dentro el lugar es una maravilla, con grandes mosaicos de gran colorido, pinturas... pero todavía se encontraba en obras y había algún que otro andamio.

Como no sólo de iglesias ortodoxas vive el hombre, y en otra entrada comentaré el monasterio y alguna otra, visitamos el pequeño templo Budista de la ciudad.
Se encuentra lejos, muy lejos del centro y hay que coger el metro para llegar a la zona de Vyborg. Así como en todas las iglesias la decoración era lujosa, en este pequeño templo era todo lo contrario, unos pequeños asientos, los monjes decorando el lugar, olor a incienso y mucha gente que subía al segundo piso, imagino que a pedir consejo espiritual. Nosotros subimos y viendo el ambiente bajamos acto seguido. En este zona se encuentra el almacén del Hermitage, pero a todo no nos dio tiempo.

Cierro esta entrada con la mezquita. Se encuentra junto a la fortaleza de Pedro y Pablo, y me encantó. Puede que sea el templo que más gracia me hizo visitar, porque se trata de un templo, no de un museo, porque la gente estaba allí muy tranquila, y donde no había turistas, bueno alguno sí, pero respetuosos. Se puede acceder por una puerta que hay detras de la decorada portada, allí en mi mal ingles, pregunté si podía entrar a verlo, mi mal ingles debía ser mucho par los dos hombres que había allí, pero los gestos son universales y nos dijeron, a mí y a otro matrimonio que nos quitáramos las zapatillas y para dentro. Allí entramos en el templo repleto de alfombras, donde una gran lámpara colgaba del centro del techo, y donde el Mihrab realizado con piedra azul, me parecía una maravilla. Allí estuve tranquilo por unos minutos, y al salir me preguntaron de donde era, y claro el fútbol manda y lo que me dijeron fue Real Madrid, Barcelona, Messi... Al salir yo mi compañera también se animó, y tras cubrirse las piernas y la cabeza como pudo, se deslizó dentro.

Dejo un pequeño álbum con algunas otras fotos.

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