viernes, 9 de julio de 2010

San Petersburgo I


Empiezo con la relación de entradas correspondientes a San Peterburgo, donde he estado de vacaciones 10 días en junio.
Todavía tengo un montón de fotos sin pasar al PC, pero tampoco quiero dejar pasar mucho tiempo para empezar a escribir algo.
¿Qué decir de esta magnífica ciudad? Estando allí posiblemente no se aprecie su grandeza, sus grandes avenidas, palacios, estatuas, y su majestuoso río Neva, con sus puentes...
Recomiendo ir por lo menos una semana, ya que cuando he empezado a ver las fotos que sacamos allí me he dado cuenta, más si es posible, de la gran ciudad que es.

Ciudad, imagino que como el país, de grandes contrastes. Creo que rara vez podré ver tantos coches de alta gama, Ferrari, Porsche, Bentley, Lanborghini y los mas comunes Audi, BMW... sin contar con las limusinas de todos los colores posibles. Pero al lado del lujo extremo, un edificio dedicado a Cartier, Cafes a 7 euros (y seguro que no era el sitio más caro de la ciudad) tiendas de moda de grandísimas marcas... nos encontramos los Ladas cayéndose a cachos (literal), autobuses con varias décadas encima, pobres viejitas mendigando, buscando en las basuras y a alcohólicos tirados en plena calle.
No sólo eso, sino que mucho del personal que está en los museos, iglesias y demás sitios que se tienen que visitar, superaban ampliamente los 70 años.
No he parado de repetir en el viaje lo de "bendito mundo occidental" y me ha quedado una sensación rara de ver como una potencia como la URSS, poco a poco se convirtió en un cascarón vacío y tras la caída del régimen, unos pocos se han echo con unas enormes fortunas. Estas fortunas no se gastan, sino que directamente se derrochan. Es una paradoja recordar el asalto al palacio de invierno por los soviets, buscando un régimen mejor, una nueva Rusia, y ver el capitalismo salvaje que impera. Una aristocracia sustituye a otra.

No puedo parar de indicar el culto a la imagen que impera en la sociedad, sobre todo en el lado femenino, donde las jóvenes, van a la última, con modelitos que no dan lugar a la imaginación, tacones como poco de 10 cm... Al lado de éstas, muchas veces nos encontramos al hombre entrado en años, "enseñando su trofeo" aunque posiblemente su mérito sea el de tener una gran fortuna. Como he indicado antes, una ciudad de grandes contrastes, pero que merece la pena visitar.

Las fotos que acompañan la entrada, fueron tomadas el mismo día y a escasos metros, en una unos jóvenes tienen que empujar su coche mientras en la otra, unos jóvenes se encuentran de promoción de refrescos, según recuerdo, en plena calle.

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