El pasado día 19 de marzo, asistimos al Euskalduna para la actuación de la BOS. En el concierto de abono número 13 se iba a tocar una sola obra, pero qué obra, nada más y nada menos que la sinfonía número dos de Mahler, uno de los compositores que poco a poco voy descubriendo, y que cada día me parece más fascinante. Desde que, ya hace unos cuantos años, su quinta sinfonía cayó en mis manos, he ido escuchando sus composiciones y cada vez me parecen más interesantes.
Volvamos al concierto. El director titular Günter Neuhold dirigía a la BOS, y el palacio estaba bastante lleno. La obra la conozco bastante y no sé la razón, pero al principio me chocó algo al oído. Quizá fuese el ritmo, el que hubiera más instrumentos de los que yo tengo en la grabación... A partir de ahí todo sensacional, 84 minutos de intensidad, de potencia y dulzura a partes iguales, con una orquesta estupenda, y con la sociedad coral de Bilbao igualmente estupenda. La Mezzo Monica Groop me gustó más que su compañera Malin Hartelius.
Si el viernes tocada disfrutar, el sábado sufrir, y es que el Bizkaia Bilbao Basket nos esta haciendo pasar unos malos ratos, aunque a veces el final es feliz. La suerte que en la primera vuelta era esquiva, ahora parece que nos sonrie. Partido duro, con un Cajasol defendiendo siempre al límite, yo diría que algo más que al límite. El arbitraje malo malo malo, pero al final los triples de Blums sirvieron para remontar, aunque el porcentaje de tiro fue lamentable. A destacar la actuación de Banic, Mumbrú, el citado Blums y un sensacional Warren.
El miercoles los chicos de negro tienen ante ellos uno de los partidos de la temporada: los cuartos de final de la Eurocup contra en Nymburk. Esperemos que la racha continúe y se vengan con un buen resultado de la república Checa para el partido de vuelta, al que no podré asistir por mucho que me pese.
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