domingo, 30 de septiembre de 2012

Sicilia III

Antes de comentar la primera jornada de la liga Endesa, y la apertura de la temporada de la ABAO, sigo con una nueva entrada siciliana.


En la última lo dejamos en Marsala, y de allí salimos para el campo arqueológico que más me ha gustado de la isla, se trata de las ruinas de la antigua ciudad de Selinunte, la ciudad del apio. Según nos cuentan las fuentes de la época, Selinunte y Segesta fueron enemigos acerrimos, pero luego llegaron los cartagineses y tomaron la ciudad. Visita obligatoria para aquellos a los que les guste algo la historia, o el arte. Podremos ver tres templos impresionantes, además de la ciudad sobre una colina donde se puede ver una magnífica playa. Estuvimos allí el tiempo que nos pareció adecuado, ya que nadie nos metía ningún tipo de prisa, pudimos pasear por dentro de los templos, las ruinas, y no estábamos mucha gente, con lo que la visita fue algo para recordar.


De allí partimos para Agrigento, la antigua Akragas, el enclave donde se pueden ver los templos mejor conservados, o reconstruídos, de la Isla, porque no todos se han mantenido en pie. Allí nos plantamos a la mañana, y fuimos a la Scala de Turchi, playa donde pensabamos que no habría mucha gente, porque así nos lo había indicado en la guía, pero aquello parecía las rebajas en plena gran vía. Un lugar muy bonito, con el mar limpio y donde te puedes pegar un chapuzón.
Volviendo a Agrigento fuimos a ver los templos a final de la tarde, con una luz impresionante bañando todo el lugar. Destaco el templo de la Concordia, donde en su interior se construyó una basílica cristina que ha sido una de las causas de que se haya mantenido en pie, aunque en realidad es porque se encuentra sobre una capa de arcilla que ha hecho que sobreviva a los diversos terremotos. Aunque el templo de Hera y sobre el de Hercules me gustaron incluso más, porque me parecieron como más autenticos.

La ciudad de Agrigento, tiene una calle muy turística con multitud de tiendas (mucho lujo), pero luego el casco medieval, da algo de miedo, porque las calles están sucias, no se ve a casi nadie, algunos muros se caen, y en un cubo de basura, vimos 5 gatos buscando comida, con lo que os podéis hacer una idea. Pasa como en muchas ciudades de la isla, si se invirtiera como dios manda, son ciudades impresionantes, pero...



De Agrigento partimos para Siracusa, posiblemente la ciudad que más me ha gustado, y donde me gustaría volver, porque Ortigia es una isla con un encanto especial. En su época de mayor esplendor, era una de las ciudades más importante del Mediterráneo, compitiendo con Atenas. Aquí vivió Arquimides, se malograron las esperanzas atenienses y les llevaron a perder la Guerra del Peloponeso, vivió Hieron, Dionisio... Mientras paseaba por allí trataba de ver, como los atenienses trataron de conquistarla, y comprendí que era una misión más de ardua. En Ortigia tenemos la plaza del Duomo, joya de la ciudad, y donde en la catedral vemos las antiguas columnas del templo de Atenea, alrededor del Duomo, se alzan varios palacios barrocos destacables.


Pero si algo llama la atención de la ciudad, es el parque Arqueológico, donde podemos ver un anfiteatro romano, la Latomia del Paradiso, antigua cantera de caliza, rodeada por un jardín. Lo más destacable de aquí es la Oreja de Dionisio, así bautizada por el gran Caravaggio. La caverna posee unas cualidades acústicas, que según la leyenda utilizada Dionisio para espiar a sus prisioneros.
Lo más impresionante de todo es el teatro griego, construido en el siglo V, y ampliado en los siglos III y II. Podría alojar hasta 16.000 personas, y aquí se pudieron ver obras de Sofocles, Euripides y Esquilo. Los persas, Prometeo encadenado, y Promoteo desencadenado fueron estrenadas aquí en su presencia. Lo dicho, una ciudad repleta de historia, y de lugares para visitar.

Comimos en Sicilia in Tavola, y lo recomiendo, porque la pasta fresca con salsa de sepia estuvo más que delicioso, creo que la mejor pasta que he comido nunca.


Dejo un enlace con unas fotos.

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