Bélgica I, Bruselas

He estado por Belgica unos días aprovechando los diferentes puentes.
La razón inicial era ir a ver a Tori Amos que presentaba su último disco, pero al final estuvimos 6 días por allí.

Aprovechando que la situación fuimos a un par de conciertos más, organizados por el BOZAR, que es un centro de arte, donde se organizan conciertos de diversos tipos, conferencias, exposiciones...
El primer acto al que fuimos fue el de Cindy Castillo que tuvo lugar en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, ya que es intérprete de organo y el de la catedral es simplemente impresionante. De las obras que oímos, la primera fue de Bach, y el resto de música contenporánea, y claro las últimas me parecieron interesantes porque jamás pensé que de un órgano se podría sacar ese sonido.


Tori Amos. Llevo siguiendo a la norteamericana desde hace ya unos cuantos años, y este último disco, Night of hunters, de versiones de piezas clásicas me ha parecido muy interesante. El concierto estaba previsto para las 20:00 en la sala del BOZAR, una sala no muy grande, más pequeña que el Kursaal donostiarra, pero estuvo un telonero unos 40 minutos, y tras una espera bastante larga salió Tori junto al cuarteto de cuerda sobre las 9:15. Estuvo sobre el escenario dos horitas pasadas, a veces todando ella en solitario, piano y teclado, otras acompañada por el cuarteto. Sobre el sonido comentar, que el cuarteto empezó sonado excesivamente alto, y luego se fue corrigiendo. Tocó diversos temas de su último disco, y luego recordó temas clásicos como Hey Jupiter, igual al que más me gustó, Precious Thing , Bouncing off clouds, en una versión sólo al piano muy diferente a lo escuchado.
El lugar estaba lleno, con unos megaforofos en las primeras filas, y con grupos de edad muy diferentes, desde los cincuenta a los veinteañeros.

El último concierto que escuchamos fue el de Kathia Buniatishvili, donde escuchamos obras de List. La habiamos escuchado en los Proms, y la verdad que esta chica toca como los ángeles. Después de la Matiné, porque era un concierto mañanero había una charla coloquio, y claro por nuestros problemas con el idioma, optamos por irnos.


Volviendo a Bruselas, ciudad que me ha gustado más de los que pensaba, muy agradable de visitar, está ahí al lado, y para pasar 3 días es muy interesante.
La parte central la Grand Place, es un lugar impresionante, con edificios muy representativos de Flandes, y donde descato a su ayuntamiento, donde tenemos la oficina de turimos. Alrededor de la plaza, encontramos callejones con tiendas, las gallerias de San Humberto (galerías tapadas repletas de tiendas y cafeterías)
Si nos alejamos un poco, y queremos ver unas interesantes iglesias, tenemos la Catedral de San Michel, obra importante del gótico Brabante, con enormes pilares, un púlpito de madera impresionante, y unas interesantes cristaleras.
En la plaza del Gran Sablon nos encontramos a la iglesia de Nuestra Señora, con unas vidrieras enormes y la Chapelle, donde está enterrado Pieter Brueghel el viejo. Además de estas, tenemos la iglesia de San Nicolas, pero no me llamó tanto la atención, y eso que data del siglo XIII.

No nos podemos olvidar del Manneken Pis, donde casi siempre hay gente sacando fotos, y que me pareció muy simpático el meón.

Visitamos el museo de arte antiguo para ver obras de arte flamenco y aunque no me pareció un museo impresionante, por lo menos es interesante, ya que podemos ver algunas obras de Brueghel el viejo, Van der Weyden, Memling , Rubens, Jordaens, y Van Dyck. Me pareció caro para lo que se puede ver, pero no esta mal.

Luego tenemos los parques, el palacio real, plazas con jardines junto al Bozar, chocolaterias impresionantes y no sólo las más conocidas Leónidas y Godiva, sino muchas otras, cerveza a raudales para beber en los bares, y para comprar, aunque a un precio más caro que por aquí.
Y no puedo olvidar al Atomium, monumento muy representativo de la ciudad, pero que no me hizo mucha gracia, ¿qué le vamos a hacer?

Tuvimos una muy mala experiencia en el restaurante L´entrée des Artistes, en el Grand Sablon, donde estuvimos esperando 45 minutos a que nos sirvieran, y porque mi pareja reclamó que ya estaba bien, y para colmo cuando fuimos a pagar con tarjeta nos pusieron mala cara. Donde comimos como unos ángeles fue en el restaurante La Rose Blanche, en la Grand Place.

Lo dicho ciudad muy interesante para pasar un puente, o fin de semana largo y donde los amantes de los comics, pueden alucinar.


Dejo un enlace con unas fotos.