El viernes pasado pudimos ir a Donostia a presenciar uno de los conciertos de la Quincena Musical de San Sebastian. Nunca había estado en ninguno de los conciertos de dicho evento, y este año nos venían bien las fechas, por lo que además del viernes pasado volveremos mañana.
El concierto en cuestión estaba programado dentro del ciclo de música antigua, y los intérpretes eran Lina Tur Bonet al violín, Fahmi Alqhai a la viola de gamba y el vitoriano Daniel Oyarzabal al clave.
El lugar, como en todo el ciclo era el Convento de Santa Teresa, ubicado en pleno casco viejo donostiarra, donde estaríamos unas 300 personas, quizá más, pero pocas más personas entraban allí.
El concierto estuvo muy bien, la verdad que no he asistido a muchos conciertos de música barroca, alguno de la BOS, en San Petersburgo uno increíble que ya comentaré, y no muchos más, y poder ver a estos interpretes me pareció una oportunidad que no hay que perderse. El problema como siempre pasa es no tener algo más de tiempo.
Las obras que interpretaron fueron el primer, tercer y quinto concierto de Jean Phillippe Rameau, de Marin Marais el Folies D´Espagne y de Elisabeth Jacquet de la Guerre su sonata para violín y continuo en Re menor.
Como he comentado, un buen concierto y me encantó la interpretación de Folies D´Espagne, obra bastante conocida de Marais y donde Fahmi Alqhai a la viola de Gamba estuvo espléndido.
Puedo poner un pero, que el lugar no estaba muy bien ventilado y hacía un poco de calor, y luego que no sé como nos lo montamos, pero la pareja que estaba delante nuestro no paraba de moverse, y una chica cercana, parecía que se iba de picnic, abriendo bolsas para sacar botellas...
Mañana vamos a escuchar a la Sinfónica de Liverpool. Se trata de uno de los platos fuertes del fetival, donde se interpretarán dos piezas que me encantan: el primer concierto para piano de Chopin y la Cuarta sinfonía de Malher. Esta vez es en el Kursaal.
En otro orden de cosas, he acabado de leer Botchan de Natsume Soseki, una de las obras más leídas de la literatura japonesa. Se trata de la historia de un joven y un tanto cínico tokiota al que se envía de profesor a una provincia lejos de su ciudad natal. A partir de ahí nos narra las aventuras y sobre todo desventuras en el japón rural de este profesor. Así como la novela "Soy un Gato" me la han recomendado encarecidamente, de este título simplemente me dijeron que estaba bien, y la verdad que no me ha dicho gran cosa. No es un mal libro, pero en mi caso, y en el de mi pareja, la verdad que no nos ha llamado mucho la atención. Simplemente nos ha hecho pasar un rato agradable que tampoco es poca cosa en los tiempos que estamos.
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