No entiendo mucho de arte, y menos de arte del siglo XX, aunque alguna que otra cosilla me puede sonar, por lo que algo de miedo siempre da ir a una muestra de este tipo.
Reservamos entrada con la guía, más que recomendable, porque te van a ir explicando las circunstancias de las diferentes creaciones y el porqué de cada una, así como una pequeña biografía del autor.
Nada más entrar, me soprendió escuchar a un coro mixto, junto a un arpa, que estaban cantando en el atrio del museo. La exposición ocupa toda la segunda planta, y podemos ver un poco de todo: desde fotografías de diferentes muestras de la época..., carteles solicitando que los voluntarios franceses se alisten en las SS, cuadros, esculturas, recortes de cartas... obras de Georges Braque, Jean Dubuffet, Marcel Duchamp, Vasily Kandinsky, Pablo Picasso o Joseph Steib.
Lo que más me gustó fue la sala dedicada a Picasso donde se podían ver varios cuadros, así como una escultura, y donde se podían ver tres obras de Kandinsky.
Lo dicho, una exposición recomendable, que nos puede hacer pensar sobre las condiciones de vida, de aquellos que se opusieron a los nazis, aquellos artistas encarcelados en campos, y pasandolas canutas incluso perdiendo la vida. Un periodo de tiempo que es muy cercano, y no debemos olvidar.
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